Condiciones para almacenar salsa de tomate casera en el congelador con el método de preparación.
Mantener la salsa casera en el congelador ayudará a evitar que se enmohezca. Hacer salsa casera es muy sencillo. Simplemente tome la cáscara de tomate y hiérvala.
La falta de tiempo en el mundo actual ha provocado que las personas recurran cada vez más a los alimentos envasados y envasados. La pasta de tomate es uno de esos artículos que en el pasado se preparaba principalmente en casa, pero hoy en día casi todos los productos enlatados se preparan en las tiendas. En este artículo te enseñaremos a preparar y guardar pasta casera en el congelador.
Almacene la salsa de tomate de la manera correcta
Una vez que haya hecho suficiente salsa de tomate casera, debe pensar en cómo almacenarla.
En primer lugar, el mejor recipiente para almacenar ketchup casero es un frasco de vidrio con una tapa que cierre bien. El vidrio no interactúa con su contenido y esto ayuda a mantener la pasta pura y fresca.
No importa si guarda su salsa casera en el congelador o en el refrigerador, puede colocar uno de los frascos requeridos en los estantes superiores del refrigerador y dejar el resto en el congelador, sacándolo gradualmente. El punto aquí es que si planea guardar su salsa casera en el congelador, no llene los recipientes por completo para que no exploten en el congelador.
Para que las pastas se mantengan sanas y frescas durante más tiempo, no coloque una cuchara mojada o grasosa en el recipiente, ya que esto hará que se forme su pasta casera.
Cómo hacer salsa de tomate casera
Lo más importante a lo que debe prestar atención es que los productos enlatados en general contienen muchos conservantes que dañan la salud del cuerpo a largo plazo. Si pudieras hacer tu propia salsa casera, te saldrías con todos esos ingredientes. ¿pero cómo? Te contamos...
De hecho, hacer salsa casera es muy sencillo. Todo lo que tienes que hacer es poner tantos tomates como quieras en el agua hirviendo y dejar que hierva durante unos minutos. Esto es para que puedas separar fácilmente la piel y la carne de los tomates. El truco para enmacetar en este paso es hacer un pequeño corte debajo de los tomates antes de verterlos en el agua para que la piel se pueda quitar más fácilmente.
Guarde la salsa de tomate casera en el congelador.
Después de que los tomates se hayan ablandado un poco (después de unos 2-3 minutos), sácalos del agua y aplástalos colocándolos en agua fría. Verás lo fácil que es pelar los tomates. Aquí puedes añadir unos cubitos de hielo a la mezcla para que, además de que sea más fácil de pelar, los tomates queden más jugosos y mejor conservados.
Después de pelar los tomates, cortarlos en trozos y ponerlos en un bote de cristal, exprimiendo al máximo y rellenando. Luego llene el frasco con agua tanto como sea posible y agregue un poco de sal y azúcar para que la pasta de tomate sepa bien y dure más.
En la etapa final, después de que los frascos estén herméticamente sellados, coloque los frascos en agua hirviendo durante 45 minutos. Es necesario elegir un vidrio resistente al calor que no permita la penetración del agua. Luego, retire los paquetes y déjelos a temperatura ambiente y fuera de la luz directa durante 24 horas.