Una América emprendedora
La tendencia creciente en Estados Unidos es crear un negocio. Las industrias artesanales están apareciendo por todas partes. Desde franquicias minoristas hasta el lanzamiento de un nuevo negocio, los estadounidenses son el centro del escenario. Las nuevas empresas incluyen empresas de servicios, negocios desde casa, empresas de coaching y empresas de artesanía. Es parte del estilo estadounidense, pero también es un recordatorio constante de que en todo el país esta es la única manera de maximizar su potencial.
El mercado corporativo ha perdido parte de su brillo. Durante muchos años se consideró un atributo trabajar en un negocio convencional. Era una forma de aprender una habilidad y tal vez encontrar algún tipo de seguridad económica. La evolución de las grandes empresas ha cambiado la idea de ser parte de una empresa a la de ser simplemente un empleado prescindible.
La inflación con el aumento de las tasas de interés podría frenar la disponibilidad de empleo. Una de las cosas que afectará son los salarios. Dada la renuencia de los empleadores a cubrir todos los costos de atención médica de sus empleados, los beneficios laborales no son tan atractivos. La recompensa de ser dueño de su propio negocio es que el emprendedor asume el papel protagonista. Los límites de oportunidades en el mundo empresarial se deben a muchos factores sobre los que los empleados no tienen control.
Mucha gente está optando por trabajar desde casa. Los negocios desde casa están en aumento. Las pequeñas empresas familiares se están expandiendo gracias a la World Wide Web. Esta tendencia actual es buena para todos. Los empresarios contribuyen al éxito de este país. Por ambición o necesidad, más de un millón de boomers cada año inician su propio negocio. En Estados Unidos, las personas entre 55 y 64 años son las que tienen más probabilidades de iniciar su propio negocio aquí.
La Fundación Ewing Marion Kauffman en Kansas City, Missouri, un centro de investigación y educación para empresarios, descubrió que en un solo mes de 2005 casi 110.000 personas de entre 55 y 64 años iniciaron un negocio. Los empresarios de mayor edad tienen una enorme ventaja en sabiduría y experiencia. El empresario quiere más libertad laboral que seguridad laboral. Les encanta la aventura de confiar en su ingenio.
Otro grupo de aspirantes a emprendedores es la generación millennial o la Generación Y. Muchos lo hacen porque desean un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Son la vanguardia de una tendencia hacia el espíritu empresarial que se debe en gran parte a la tecnología. La nueva visión es que el trabajo es parte de la vida, pero no se vive para trabajar. Cuando inician su propio negocio, trabajan más horas y más duro de lo planeado. Las fuerzas operativas de estos empresarios son el trabajo con propósito, los horarios flexibles y la posibilidad de libertad financiera.
Una encuesta del Pew Research Center realizada a 2.003 estadounidenses de 18 años o más señaló el hecho de que estaban más satisfechos con su horario flexible, su proximidad al trabajo y al hogar, su seguridad laboral, su nivel de estrés en el trabajo y su salario que otros trabajadores. El emprendimiento es una de las formas más apasionantes de alcanzar el anillo de oro. Esta generación ha visto la cultura corporativa de lealtad hacia sus empleados. Se dan cuenta de que el mundo empresarial no se preocupará por ellos. El espíritu empresarial está vivo y coleando en Estados Unidos y se espera que crezca en los próximos años.